29 de enero de 2014

Velad, estad atentos todo el tiempo

Velar. Estar despierto; estar pendiente; estar atento. Los significados de esta palabra se pueden resumir en "Estar o ser vigilantes".
-Mateo 24:43. "Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa."
-Mateo 26:38, 40, 41. "Entonces [Yeshúa] les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. ...Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil."

Pero cuando la Biblia nos dice "Velad", no se refiere a estar vigilante literalmente. Sino que nos demanda que estemos atentos y vigilante espiritualmente, estando pendientes que ninguna tentación se apodere de nosotros. 

1 Corintios 16:13. "Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos."
1 Tesalonicenses 5:6. "Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios."

Para un cristiano escogido por Dios, es muy importante que nunca deje de velar, pues si deja de velar cualquier tentación, cualquier falso profeta (pastor o predicador) o cualquier otra cosa que vaya en contra de la voluntad de Dios podría engañar a éste y poco a poco podría ir alejándose de Cristo. Y por último podría llegar a perderse y coger un mal camino. "Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuese posible, aun a los escogidos." (Mateo 24:24).

Lucas 12:37. "Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles."
En la mayoría de las enseñanzas de Jesús, no son literales, sino espirituales, y para poder entenderlas hay que discernirlas. Esta frase o enseñanza de Yeshúa es una de éstas.
Yeshúa en esta cita se refiere a su segunda venida. Dice que bienaventurado será aquel creyente que cuando Cristo venga le encuentre con un corazón limpio, puro y que esté velando (espiritualmente), para que no se deje desviar por cualquiera que le quiera engañar. Cuando Cristo le encuentre en este estado, se alegrará y le llevará consigo.
Mateo 24:36. "Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre."
Lucas 12:40. "Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá."


Hay muchos cristianos que se duermen (espiritualmente), es decir, dejan de velar. Luego viene un falso profeta, una tentación o una cosa material, se apodera de éste y termina enredado, y por consecuencia, se alejan de la voluntad de Dios y llegan a la perdición. Pero nosotros no estamos en tinieblas para que aquel día nos sorprenda como ladrón. Porque nosotros somos hijos de luz y del día, no de las tinieblas ni de la noche. Por tanto, no nos durmamos como los demás sólo porque estamos en una iglesia o por cualquier otra excusa; sino velemos y seamos sobrios. (1 Tesalonicenses 5:4-6).

Mateo 24:46-51. "Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá. Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: 'Mi señor tarda en venir'; y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes."
Discernamos. Bienaventurado el creyente que cuando Cristo venga le halle haciendo según la voluntad de Dios, pues tendrá un galardón en los cielos. (Ahora pongamos el ejemplo de un pastor). Si un pastor dice en su corazón: "Cristo no viene por estos años" y comienza a predicar mentiras y cosas que a la gente le gusta sólo para que llegue mucha gente a la iglesia y quitarles el dinero a la gente; vendrá Cristo en aquellos tiempos cuando el pastor no se lo espera, Dios lo castigará duramente y lo pondrá con los hipócritas; y allí será el sufrimiento eterno.

Que no nos pase como a Eva, que dejó de velar, y mientras estaba dormida espiritualmente, vino el diablo y la engañó (Génesis 3:1-6).
Que tampoco nos pase como a Salomón, que siendo buen rey, que aborrecía la idolatría, se durmió (espiritualmente), empezó a amar a las mujeres de las cuales Dios le dijo que no amara y terminó enredándose (1 Reyes 11).
Al igual que Sansón se enamoró de las filisteas, dejó de velar y lo atraparon.

También hay que estar velando como iglesia, que vuestros corazones no se llenen de embriaguez espiritual (es decir, mucho dinero, cosas del mundo, etc.) y por los afanes de esta vida (lo mejor en tecnología, lo último en modas, etc). [Con esto no estoy queriendo decir que no podemos tener teléfonos celulares, ni nada de eso. Sí los podemos tener, pero me refiero a que no nos dejemos llevar por esas cosas, que no las amemos, pues las cosas del mundo son perdición. Pero sí las podemos tener...]. Por tanto, velad como iglesia, orad en todo tiempo y estad pendientes que no tengáis nada malo en vuestros corazones, para así poder escapar de las cosas que vendrán y poder estar en pie delante del Hijo del Hombre (Lucas 21: 34-36).

"Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir." (Mateo 25:13).

Velad y orad "Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;" (1 Tesalonicenses 5:2).

¡Dios les bendiga!

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