17 de febrero de 2014

Las bienaventuranzas: el Sermón del monte

Mateo 5:1-12

Mateo 5:1 dice: "Viendo la multitud, subió [Yeshúa] al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos" Como vemos en nuestras Biblias, el título de la cita es "El Sermón del monte: Las bienaventuranzas". Podría que ustedes se pregunten... "¿Por qué se llama 'El Sermón del monte'?"; "¿Qué es un sermón?". Un sermón en una enseñanza o un mensaje, en nuestro caso, es una prédica. Entonces, se llama "El Sermón del monte" porque esta fue una enseñanza que Yeshúa predicó en el monte.
Mateo 5:2 "Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:". Muchas veces nos imaginamos a Cristo predicando, pensamos que duraba predicando media, una o dos horas; pero no es así. Yeshúa duraba hasta días enteros enseñando la Palabra de Dios...
Mateo 5:3 "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos." Ahora sí entremos en materia. ¿A qué se refiere la Palabra de Dios al decir "pobres en espíritu"? Si nos fijamos, la palabra "espíritu" está en minúscula, por lo tanto no está hablando del Espíritu de Dios; nos está refiriendo al espíritu del hombre, esto es, la carne. Bienaventurado es aquel que es pobre en la carne, que no satisfecha los deseos de la carne, sino que hace todo lo que Dios le demanda cumpliendo sus mandamientos; pues de él será el reino de Dios.
Mateo 5:4 "Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación." ¿De qué tipo de lloro se habla aquí? ¿De lloro de alegría y de gozo, o lloro de errores y de tristeza? Aquí se está refiriendo al lloro de alegría, de gozo; porque Dios nos ha librado de la esclavitud del pecado, porque Dios nos liberta de aquellas áreas que nos impide que le agrademos a él. Bienaventurados son los que lloran de gozo y de alegría, pues estos recibirán consolación.
Mateo 5:5 "Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad." Para poder ser mansos, tenemos que ser pobres en espíritu humano, tuvimos que haber llorado de alegría y de gozo, y tuvimos que haber recibido consolación; pues recibiremos la tierra por heredad.
Mateo 5:6 "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados." ¿Eres justo? ¿Practicas la justicia? ¿Pones a Dios primero ante todas las cosas? ¿Practicas la justicia con tu familia, en la escuela, en el trabajo y con tus amigos? Porque es imposible ser pobre en espíritu si no somos justos. Alguien justo será saciado material y espiritualmente con la justicia de Dios; porque practica la verdad y la verdad siempre prevalecerá
Mateo 5:7 "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia." Para ser misericordiosos, debemos tener el Espíritu de Dios en nuestros corazones; pues si no tenemos ni el Espíritu, ni la misericordia de Dios, ¿qué vamos a dar? No podemos dar de lo que no tenemos. Si alguien es misericordioso es porque tiene la misericordia de Dios. Pero también debemos tener en cuenta que sólo debemos ser misericordiosos con las cosas de Dios; pues no vamos a ser misericordiosos con el diablo.
Mateo 5:8 "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios." Una persona limpia de corazón, debe ser misericordiosa y mansa; pues no puede ser alguien altivo ni soberbio. Si fuese así, no sería una persona de corazón limpio; la Biblia dice que por los frutos reconoceremos a los verdaderos hijos de Dios. Debemos echar fuera de nosotros todo espíritu que sea enemigo de Dios, para que no nos haga daño espiritual y para que no nos desvíe de la voluntad de Dios.
Mateo 5:9 "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios". La palabra "pacificadores" proviene de "paz". Después que hayamos recibido a Cristo en nuestro corazón, que nos hayamos arrepentido de corazón y que hayamos muerto a la carne, viene la paz de Dios a nuestros corazones. Si no hay paz, es porque tenemos alguna área o porque hicimos algo que no le agrada a Dios. Pero no te engañes; pues es Cristo quien está a la puerta. No vaya a ser que cuando le toques te diga: "Nunca te conocí; apártate de mí hacedor de maldad" (Mateo 7:23).
Mateo 5:10 "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos." Cuando una persona empieza a practicar la justicia de Dios y empieza a dar frutos, vienen las persecuciones, empezando por la familia, los amigos y los seres que le rodean. Entonces se aferran al diablo (o a aquella persona que se opone) por miedo. Hay muchos diablos con rótulos de cristianos. Pero si tus familiares o amigos te rechazan, alégrate. Recuerda que Jesús vino a traer espada; esto es, separación (Mateo 10:34).
Mateo 5:11 "Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo." Muchas veces predicamos o les hablamos de la Palabra de Dios a los demás, y nos dicen muchas cosas malas. ¡Pero cuidado vamos a caer nosotros también y nos venga al corazón un sentimiento de venganza! Pues aunque nos digan muchas cosas, alegrémonos, porque nuestro galardón en los cielos será grande; pues asimismo persiguieron a los profetas anteriores (Mateo 5:12).

Debemos practicar la verdad, ser limpios de corazón, que nuestro servicio sea un servicio de verdad y de luz. No que sea un servicio de tinieblas, porque no prevalecerá; a no ser que nos arrepintamos de corazón y corrijamos el camino de nuestro servicio.

"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder" (Mateo 5:14).

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